¿Qué es la protección térmica?
La protección térmica es un método para detectar sobretemperaturas y desconectar la alimentación de los circuitos electrónicos. Esta protección previene incendios o daños a los componentes electrónicos que pueden producirse debido al sobrecalentamiento de las fuentes de alimentación u otros equipos.
La temperatura en las fuentes de alimentación aumenta debido tanto a factores ambientales como al calor generado por los propios componentes. La cantidad de calor varía de una fuente de alimentación a otra y puede depender del diseño, la capacidad de potencia y la carga. El enfriamiento natural es adecuado para disipar el calor de las fuentes de alimentación y equipos más pequeños; sin embargo, se requiere refrigeración forzada para las fuentes de mayor tamaño.
Cuando los dispositivos funcionan dentro de sus límites de seguridad, la fuente de alimentación suministra la potencia prevista. Sin embargo, si se exceden las capacidades térmicas, los componentes comienzan a deteriorarse y, finalmente, fallan si se operan bajo un calor excesivo durante un tiempo prolongado. Las fuentes de alimentación y los equipos electrónicos avanzados cuentan con un sistema de control de temperatura que permite que el equipo se apague cuando la temperatura del componente supera el límite de seguridad.
Dispositivos utilizados para proteger contra el sobrecalentamiento
Existen diferentes métodos para proteger las fuentes de alimentación y los equipos electrónicos contra sobretemperaturas. La elección depende de la sensibilidad y la complejidad del circuito. En circuitos complejos, se utiliza una protección autorreiniciable. Esta permite que el circuito reanude su funcionamiento una vez que la temperatura se normaliza.
Hora de publicación: 27 de diciembre de 2024